IRINA SHAYK. - MODELO RUSA.

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Irina Shayk.   6 de enero de 1986.

Luna, marte y Pluton en Escorpio.

Sol conjunto a Venus, en Capricornio.

“ Sabía que había un mundo más allá de mi hogar, pero la realidad fue muy distinta. Me sentía una extranjera, tenía grandes problemas para comunicarme y apenas me llegaba para comer, y mucho menos para comprarme ropa”.

¿ Cómo fue la infancia de Irina Shayk?

Shayk creció en la estepa rusa en el seno de una familia humilde. “Nací en un pueblo de Rusia. Mi padre era minero, trabajaba en una mina de carbón ; mi madre profesora de música. Nunca tuvimos demasiado dinero, pero los lazos familiares eran y siguen siendo muy fuertes. Mi padre murió cuando yo tenía 14 años, y ese fue el momento más difícil para nosotras; mi madre se buscó dos trabajos y mi hermana y yo ayudábamos en el hospital local en verano para sacar un dinero extra”, rememoraba.

¿Cuál fue el evento clave que llevó a Irina Shayk a ingresar al mundo de la moda?

Precisamente, mientras acompañaba a su hermana a un instituto de belleza situado junto a una escuela de modelos, fue descubierta por un cazatalentos. Animada por él se presentó a Miss Chelyabinsk, un certamen regional que, por supuesto, ganó.

Aquel fue el empujón definitivo que le animó a dar el salto y a lanzarse de lleno a desarrollar su carrera como modelo. “Tenía 19 años, e irme al extranjero era todo un reto. Sabía que habría mucha rivalidad y no hablaba inglés, pero mi familia necesitaba el dinero y mi hermana estaba embarazada, así que decidí asumir el riesgo.

 La primera parada fue París. Leo mucho –su autor favorito es Dostoyevski –, tenía cierta idea de la vida en Occidente, y sabía que había un mundo más allá de mi hogar, pero la realidad fue muy distinta. Me sentía una extranjera, tenía grandes problemas para comunicarme y apenas me llegaba para comer, y mucho menos para comprarme ropa”, relataba.

 

¿Cómo cambió la vida de Irina Shayk después de conocer a Carlyne Cerf de Dudzeele?

Su suerte cambió al conocer a Carlyne Cerf de Dudzeele. Ella le dio la oportunidad de trabajar con Mario Testino, un hecho que cambió por completo el curso de los acontecimientos. Tras aquello conoció a Carine Roitfeld y Riccardo Tisci la contrató en exclusiva para el desfile de Givenchy. La cotización de Shayk subía como la espuma. Desde entonces, sus exuberantes rasgos han aparecido en las campañas de Intimissimi, Guess, La Perla o Morellato, y han ilustrado la portada de revistas tales como Sports Illustrated.