Los Cátaros
El catarismo es la doctrina de los cátaros (o albigenses), un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando asentarse hacia el siglo XIII en tierras de Languedoc, donde contaba con la protección de algunos señores feudales vasallos de la corona de Aragón.
Los llamados cátaros eran un movimiento religioso-cultural, propulsor de un nuevo orden social a partir del ascetismo.
Con influencias del maniqueísmo en sus etapas pauliciana y bogomila, el catarismo proponía una dualidad creadora Dios y Satanás. En respuesta la Iglesia Católica consideró sus doctrinas como heréticas.
Tras una tentativa misionera, y frente a su creciente influencia yextensión, la Iglesia terminó por invocar el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación a partir de 1209 mediante la Cruzada albigense. A finales del siglo XIII el movimiento, debilitado, entró en la clandestinidad, pero desde la segunda mitad del siglo XX,el catarismo es objeto de investigaciones y de un esfuerzo por integrarsu recuerdo a la identidad de las regiones donde se encontraba su fococentral de influencia: el Languedoc y la Provenza, regiones del "Midi" o tercio sur de Francia.
El nombre «cátaro» viene probablemente del griego καθαρός (kazarós): ‘puros’. Otro origen sugerido es el término latino cattus: ‘gato’, el alemán ketter o el francés catiers, asociado habitualmente a "adoradores del diablo en forma de gato" o brujas y herejes. Una de las primeras referencias existentes es una cita de Eckbert von Schönau, el cual escribió acerca de los herejes de Colonia en 1181: «Hos nostra Germania cátharos appéllat».
Los cátaros fueron denominados también albigenses. Este nombre se origina a finales del siglo XII, y es usado por el cronista Geoffroy du Breuil of Vigeois en 1181. El nombre se refiere a la ciudad occitana de Albi (la antigua Álbiga). Esta denominación no parece muy exacta, puesto que el centro de la cultura cátara estaba en Tolosa (Toulouse)y en los distritos vecinos. También recibieron el nombre de«poblicantes», siendo este último término una degeneración del nombrede los paulicianos, con quienes se les confundía.
Otra denominación empleada para referirse a los cátaros es "la secta de los tejedores".
Las doctrinas cátaras llegaron probablemente desde Europa oriental através de las rutas comerciales. Los albigenses también recibieron elnombre de búlgaros (Bougres) y, al parecer, mantuvieron asimismo relaciones con los bogomilos de Tracia.Parece ser que sus doctrinas tuvieron grandes similitudes con las delos bogomilos e incluso más con las de los paulicianos, con quienesestuvieron conectados. Sin embargo, es difícil formarse una idea exactade las doctrinas cátaras, ya que existen pocos textos cátaros. Losescasos textos cátaros que aún existen (Rituel cathare de Lyon y Nouveau Testament en provençal) contienen escasa información acerca de sus creencias y prácticas morales.
Los teólogos cátaros, llamados cáthari (‘puros‘ o ‘perfectos&rsquo y en Francia, «hombres buenos» o «buenos creyentes», fueron pocos en número y practicantes de la ascesis que llevada al extremo los llevaba a la muerte en un estado de pureza. El grueso de los creyentes (credentes) participaba de la comunidad mediante una ceremonia llamada convenenza y a través de la recepción del consolamentum, el bautismo del Espíritu Santo, antes de dicha muerte asistida por el resto del grupo.
Los historiadores atan el inicio del movimiento cátaro con la Escitia antigua, donde San Andrés,según las leyendas rusas antiguas, portó el misterio del Grial a lastierras eslavas como "la fe de los puros y perfectos", "la fe de loshombres buenos". La segunda comunidad del Grial la fundó en la SantaRusia el príncipe de Kiev, Ascold, al final del siglo IX. Según lasapócrifas eslavas, la Madre de Dios, acercándose a Ascold, le pidepropagar la fe de Cristo en la Santa Rusia, la fe en el Dios del Amor. Según alguna interpretación, el Cáliz del Grial debía hacerse un símbolo común de enlace del panteón eslavo y cristiano.
El catarismo eslavo ejerció una colosal influencia en la espiritualidad de Rusia. De los cátaros eslavos vinieron los “viejos creyentes” ortodoxos, los herederos del Grial del Monte Athos. El Grial ruso estuvo entre la gran constelación de los sabios sagrados de Óptina Pústyñ, y desde la tradición cátara eslava vino la tradición de Nil de Sora de los sabios "no-codiciadores" de Transvolga. En el siglo X, Rusia era “bautizada” con violencia en la fe bizantina ortodoxa por el príncipe Vladímir. El catarismo, desalojado por Bizancio, a través Bulgaria partió a Occidente.
Llegados a la Europa occidental, los cátaros difundieron su enseñanza en muchos países. Los primeros cátaros aparecieron en Lemosín entre 1012 y 1020. Algunos fueron descubiertos y ejecutados en la ciudad langüedociana de Toulouse en 1022. La creciente comunidad fue condenada en los sínodos de Charroux (Vienne)(1028) y Tolosa (1056). Se enviaron predicadores para combatir lapropaganda cátara a principios del siglo XII. Sin embargo, los cátarosganaron influencia en Occitania debido a la protección dispensada porGuillermo, duque de Aquitania,y por una proporción significativa de la nobleza occitana. El puebloestaba impresionado por los Perfectos y por la predicaciónantisacerdotal de Pedro de Bruys y Enrique de Lausanne en Périgord.
Los cátaros se caracterizaban por una teología dual, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en conflicto, uno espiritual creado por Dios y el otro material forjado por Satán.
Según los autores católicos tradicionales, esta era una característica distintiva del gnosticismo, cierta corriente residual del neoplatonismo (Plotino fue antignóstico), principalmente el maniqueísmo y luego la teología de los bogomilos.Probablemente, esta idea también había sido influida por otras antiguaslíneas de pensamiento gnósticas. De acuerdo con los cátaros, el mundohabía sido creado por una deidad diabólica conocida por los gnósticoscomo el Demiurgo.Los cátaros identificaron al Demiurgo con el ser al que los cristianosdenominaban Satán. Sin embargo, los gnósticos del siglo I no habíanhecho esta identificación, probablemente porque el concepto del diablono era popular en aquella época, en tanto que se fue haciendo más y máspopular durante la Edad Media.
Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo.Dios creó cielos y almas. El mundo material, el mal, las guerras y a laIglesia Católica. Ella con su realidad terrena y la difusión de la feen la Encarnación de Cristo, era una herramienta de corrupción.
Según los cátaros, los hombres son una realidad transitoria, una“vestidura” de la simiente angélica. Afirman que el pecado se produjoen el cielo y que se ha perpetuado en la carne. La doctrina católicatradicional, en cambio, considera que aquél vino dado por causa de lacarne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, queestaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original.Para los católicos, la fe en Dios redime, mientras que para los cátarosexige un conocimiento (una gnosis)del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana yuna transformación personal a partir de dicho conocimiento. No existeen ellos una sumisión a lo dado, a la materia, que no sería más que unsofisma tenebroso que obstaculiza la salvación.
En resumen, el cátaro pretende restituir transitoriamente la vidaangélical en el mundo para hacerse, como individuo iluminado, merecedorde una existencia superior. El catarismo supone un cuestionamientoabierto de toda la revelación cristiana, así como de sus ejesfilosóficos centrales.
Los cátaros también creían que las almas se reencarnarían hasta quefuesen capaces de un autoconocimiento que las llevaría a la visión dela divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse alparaíso inmaterial. La forma de escapar al ciclo de reencarnaciones eravivir una vida ascética,contemplativa, de autoconocimiento y no ser corrompido por el mundo.Aquellos que siguiesen estas normas eran conocidos como Perfectos. LosPerfectos se consideraban herederos de los apóstoles y tenían el poderde borrar los pecados y conexiones con el mundo material de laspersonas, de forma que fuesen al cielo cuando murieran.
Comúnmente, la ceremonia de eliminación de los pecados, llamada consolamentum,se llevaba a cabo en personas a punto de morir. Después de recibirlo,el creyente era alentado para dejar de comer a fin de acelerar lamuerte y evitar la "contaminación" del mundo. El consolamentum era el único sacramento de la fe cátara.
No tenían ningún rito matrimonial, sino que presentaban una fuerteoposición a este. Según las fuentes inquisitoriales, entre lossectarios estaba permitida la práctica de la homosexualidad (que en esaépoca se denominaba «sodomía»-.
Los cátaros comprendían la virginidad como la abstención de todo loque es capaz de “aterrar” el compuesto espiritual, como la imagenuniversal de la vida, que deja realizar el divino potencial. Enseñabanque Dios obsequia los medios necesarios, en primer lugar el misteriodel consolamentum(consuelo) o el bautismo espiritual - el sacramento de la obtención delEspíritu Santo – que define y consagra la vida futura de la persona.
Los cátaros tenían también otras creencias que eran contrarias a ladoctrina católica. En sus polémicas decían (parafraseando) que Jesúshabía sido una aparición que mostró el camino a Dios. Creían que no eraposible que un Dios bueno (de naturaleza espiritual) se hubiesereencarnado en forma material, ya que todos los objetos materialesestaban contaminados por el pecado. Esta creencia específica sedenominaba docetismo. Más aún, creían que el dios Yahvé del Antiguo Testamentoera en verdad el diablo, ya que había creado el mundo y debido tambiéna sus cualidades («celoso», «vengativo», «de sangre» y a susactividades como «Dios de la Guerra». Negando así toda veracidad delantiguo testamento.
Igualmente entendían a su modo el arrepentimiento. No era unapenitencia para la redención de los pecados, sino que era la aspiraciónhacía la perfección. La sed de elevarse al nivel espiritual máselevado, venciendo la naturaleza caída en sí mismos.
Consideraban que no sólo era posible, sino necesario liberarse delpecado antes, y no después, del Juicio Universal; es decir, en eltranscurso de la vida.
Una de las ideas que resultaron más heréticas en la Europa feudal fue la creencia de que los juramentoseran un pecado, puesto que ligaban a las personas con el mundomaterial. Denominar a los juramentos pecado era muy peligroso en unasociedad en la que el analfabetismo era norma común y casi todas lastransacciones comerciales y compromisos de fidelidad se basaban enjuramentos. De ahí que fueran considerados un peligro para el estado.
Al llegar al siglo XIII, la fe cátara ya entró firmemente en la vidaoccitana. Los castillos situados en las montañas sobre el mar sehicieron la expresión física de las alturas espirituales, en las cualeshabitaban los cátaros.
En 1147, el papa Eugenio III envió un legado a los distritos afectados para detener el progreso de los cátaros. Los escasos y aislados éxitos de Bernardo de Claravalno pudieron ocultar los pobres resultados de la misión ni el poder dela comunidad cátara en la Occitania de la época. Las misiones delcardenal Pedro (de San Crisógono)a Tolosa y el Tolosado en 1178, y de Enrique, cardenal-obispo deAlbano, en 1180-1181, obtuvieron éxitos momentáneos. La expediciónarmada de Enrique de Albano, que tomó la fortaleza de Lavaur, noextinguió el movimiento.
Las persistentes decisiones de los concilios contra los cátaros en este periodo —en particular, las del Concilio de Tours (1163) y del Tercer Concilio de Letrán (1179)— apenas tuvieron mayor efecto. Cuando Inocencio III llegó al poder en 1198, resolvió suprimir el movimiento cátaro con la definición sobre la fe del IV Concilio de Letrán.
A raíz de este hecho, la posibilidad cada vez más real de queInocencio III decidiese resolver el problema cátaro mediante unacruzada provocó un cambio muy importante en la política occitana: laalianza de los condes de Tolosa con la Casa de Aragón. Así, si Raimundo V (1148-1194) y Alfonso II de Aragón (1162-1196) habían sido siempre rivales, en 1200 se concertó el matrimonio entre Ramón VI de Tolosa (1194-1222) y Eleonor de Aragón, hermana de Pedro II el Católico, quien, en 1204, acabaría ampliando los dominios de la Corona de Aragón con el Languedoc al casarse con María, la única heredera de Guillermo VIII de Montpellier.
Al principio, el papa Inocencio III probó con la conversiónpacífica, enviando legados a las zonas afectadas. Los legados teníanplenos poderes para excomulgar, pronunciar interdictose incluso destituir a los prelados locales. Sin embargo, éstos notuvieron que lidiar únicamente con los cátaros, con los nobles que losprotegían, sino también con los obispos de la zona, que rechazaban laautoridad extraordinaria que el papa había conferido a los legados.Hasta tal punto que, en 1204, Inocencio III suspendió la autoridad delos obispos en Occitania. Sin embargo, no obtuvieron resultados,incluso después de haber participado en el coloquio entre sacerdotescatólicos y predicadores cátaros, presidido en Béziers en 1204, por el rey aragonés Pedro el Católico.
El monje cisterciense Pedro de Castelnau,un legado papal conocido por excomulgar sin contemplaciones a losnobles que protegían a los cátaros, llegó a la cima excomulgando alconde de Tolosa, Raimundo VI(1207) como cómplice de la herejía. El legado fue asesinado cerca de laabadía de Saint Gilles, donde se había reunido con Raimundo VI, el 14de enero de 1208, por un escudero de Raimundo de Tolosa. El escuderoafirmó que no actuaba por orden de su señor, pero este hecho pococreíble, fue el detonante que comenzó la cruzada contra los albigenses.
El Papa convocó al rey Felipe II de Franciapara dirigir una cruzada contra los cátaros, pero esa primeraconvocatoria fue desestimada por el monarca francés, al que le urgíamás el conflicto con el rey inglés Juan Sin Tierra. Entonces Pedro el Católico, que se acababa de casar, acudió a Roma en donde Inocencio III le coronó solemnemente y, de esta manera, el rey de la Corona de Aragónse convertía en vasallo de la Santa Sede, con la cual se comprometía apagar un tributo. Con este gesto, Pedro el Católico pretendía protegersus dominios del ataque de una posible cruzada. Por su parte, el SantoPadre, receloso de la actitud del rey aragonés hacia los príncipesoccitanos sospechosos de tolerar la herejía (e incluso de practicarla),no quiso delegar nunca la dirección de la cruzada a Pedro el Católico.Posteriormente, el rey aragonés y su hermano Alfonso II de Provenza tomaron medidas contra los cátaros provenzales.
Los llamados cátaros eran un movimiento religioso-cultural, propulsor de un nuevo orden social a partir del ascetismo.
Con influencias del maniqueísmo en sus etapas pauliciana y bogomila, el catarismo proponía una dualidad creadora Dios y Satanás. En respuesta la Iglesia Católica consideró sus doctrinas como heréticas.
Tras una tentativa misionera, y frente a su creciente influencia yextensión, la Iglesia terminó por invocar el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación a partir de 1209 mediante la Cruzada albigense. A finales del siglo XIII el movimiento, debilitado, entró en la clandestinidad, pero desde la segunda mitad del siglo XX,el catarismo es objeto de investigaciones y de un esfuerzo por integrarsu recuerdo a la identidad de las regiones donde se encontraba su fococentral de influencia: el Languedoc y la Provenza, regiones del "Midi" o tercio sur de Francia.
El nombre «cátaro» viene probablemente del griego καθαρός (kazarós): ‘puros’. Otro origen sugerido es el término latino cattus: ‘gato’, el alemán ketter o el francés catiers, asociado habitualmente a "adoradores del diablo en forma de gato" o brujas y herejes. Una de las primeras referencias existentes es una cita de Eckbert von Schönau, el cual escribió acerca de los herejes de Colonia en 1181: «Hos nostra Germania cátharos appéllat».
Los cátaros fueron denominados también albigenses. Este nombre se origina a finales del siglo XII, y es usado por el cronista Geoffroy du Breuil of Vigeois en 1181. El nombre se refiere a la ciudad occitana de Albi (la antigua Álbiga). Esta denominación no parece muy exacta, puesto que el centro de la cultura cátara estaba en Tolosa (Toulouse)y en los distritos vecinos. También recibieron el nombre de«poblicantes», siendo este último término una degeneración del nombrede los paulicianos, con quienes se les confundía.
Otra denominación empleada para referirse a los cátaros es "la secta de los tejedores".
Las doctrinas cátaras llegaron probablemente desde Europa oriental através de las rutas comerciales. Los albigenses también recibieron elnombre de búlgaros (Bougres) y, al parecer, mantuvieron asimismo relaciones con los bogomilos de Tracia.Parece ser que sus doctrinas tuvieron grandes similitudes con las delos bogomilos e incluso más con las de los paulicianos, con quienesestuvieron conectados. Sin embargo, es difícil formarse una idea exactade las doctrinas cátaras, ya que existen pocos textos cátaros. Losescasos textos cátaros que aún existen (Rituel cathare de Lyon y Nouveau Testament en provençal) contienen escasa información acerca de sus creencias y prácticas morales.
Los teólogos cátaros, llamados cáthari (‘puros‘ o ‘perfectos&rsquo y en Francia, «hombres buenos» o «buenos creyentes», fueron pocos en número y practicantes de la ascesis que llevada al extremo los llevaba a la muerte en un estado de pureza. El grueso de los creyentes (credentes) participaba de la comunidad mediante una ceremonia llamada convenenza y a través de la recepción del consolamentum, el bautismo del Espíritu Santo, antes de dicha muerte asistida por el resto del grupo.
Los historiadores atan el inicio del movimiento cátaro con la Escitia antigua, donde San Andrés,según las leyendas rusas antiguas, portó el misterio del Grial a lastierras eslavas como "la fe de los puros y perfectos", "la fe de loshombres buenos". La segunda comunidad del Grial la fundó en la SantaRusia el príncipe de Kiev, Ascold, al final del siglo IX. Según lasapócrifas eslavas, la Madre de Dios, acercándose a Ascold, le pidepropagar la fe de Cristo en la Santa Rusia, la fe en el Dios del Amor. Según alguna interpretación, el Cáliz del Grial debía hacerse un símbolo común de enlace del panteón eslavo y cristiano.
El catarismo eslavo ejerció una colosal influencia en la espiritualidad de Rusia. De los cátaros eslavos vinieron los “viejos creyentes” ortodoxos, los herederos del Grial del Monte Athos. El Grial ruso estuvo entre la gran constelación de los sabios sagrados de Óptina Pústyñ, y desde la tradición cátara eslava vino la tradición de Nil de Sora de los sabios "no-codiciadores" de Transvolga. En el siglo X, Rusia era “bautizada” con violencia en la fe bizantina ortodoxa por el príncipe Vladímir. El catarismo, desalojado por Bizancio, a través Bulgaria partió a Occidente.
Llegados a la Europa occidental, los cátaros difundieron su enseñanza en muchos países. Los primeros cátaros aparecieron en Lemosín entre 1012 y 1020. Algunos fueron descubiertos y ejecutados en la ciudad langüedociana de Toulouse en 1022. La creciente comunidad fue condenada en los sínodos de Charroux (Vienne)(1028) y Tolosa (1056). Se enviaron predicadores para combatir lapropaganda cátara a principios del siglo XII. Sin embargo, los cátarosganaron influencia en Occitania debido a la protección dispensada porGuillermo, duque de Aquitania,y por una proporción significativa de la nobleza occitana. El puebloestaba impresionado por los Perfectos y por la predicaciónantisacerdotal de Pedro de Bruys y Enrique de Lausanne en Périgord.
Los cátaros se caracterizaban por una teología dual, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en conflicto, uno espiritual creado por Dios y el otro material forjado por Satán.
Según los autores católicos tradicionales, esta era una característica distintiva del gnosticismo, cierta corriente residual del neoplatonismo (Plotino fue antignóstico), principalmente el maniqueísmo y luego la teología de los bogomilos.Probablemente, esta idea también había sido influida por otras antiguaslíneas de pensamiento gnósticas. De acuerdo con los cátaros, el mundohabía sido creado por una deidad diabólica conocida por los gnósticoscomo el Demiurgo.Los cátaros identificaron al Demiurgo con el ser al que los cristianosdenominaban Satán. Sin embargo, los gnósticos del siglo I no habíanhecho esta identificación, probablemente porque el concepto del diablono era popular en aquella época, en tanto que se fue haciendo más y máspopular durante la Edad Media.
Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo.Dios creó cielos y almas. El mundo material, el mal, las guerras y a laIglesia Católica. Ella con su realidad terrena y la difusión de la feen la Encarnación de Cristo, era una herramienta de corrupción.
Según los cátaros, los hombres son una realidad transitoria, una“vestidura” de la simiente angélica. Afirman que el pecado se produjoen el cielo y que se ha perpetuado en la carne. La doctrina católicatradicional, en cambio, considera que aquél vino dado por causa de lacarne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, queestaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original.Para los católicos, la fe en Dios redime, mientras que para los cátarosexige un conocimiento (una gnosis)del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana yuna transformación personal a partir de dicho conocimiento. No existeen ellos una sumisión a lo dado, a la materia, que no sería más que unsofisma tenebroso que obstaculiza la salvación.
En resumen, el cátaro pretende restituir transitoriamente la vidaangélical en el mundo para hacerse, como individuo iluminado, merecedorde una existencia superior. El catarismo supone un cuestionamientoabierto de toda la revelación cristiana, así como de sus ejesfilosóficos centrales.
Los cátaros también creían que las almas se reencarnarían hasta quefuesen capaces de un autoconocimiento que las llevaría a la visión dela divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse alparaíso inmaterial. La forma de escapar al ciclo de reencarnaciones eravivir una vida ascética,contemplativa, de autoconocimiento y no ser corrompido por el mundo.Aquellos que siguiesen estas normas eran conocidos como Perfectos. LosPerfectos se consideraban herederos de los apóstoles y tenían el poderde borrar los pecados y conexiones con el mundo material de laspersonas, de forma que fuesen al cielo cuando murieran.
Comúnmente, la ceremonia de eliminación de los pecados, llamada consolamentum,se llevaba a cabo en personas a punto de morir. Después de recibirlo,el creyente era alentado para dejar de comer a fin de acelerar lamuerte y evitar la "contaminación" del mundo. El consolamentum era el único sacramento de la fe cátara.
No tenían ningún rito matrimonial, sino que presentaban una fuerteoposición a este. Según las fuentes inquisitoriales, entre lossectarios estaba permitida la práctica de la homosexualidad (que en esaépoca se denominaba «sodomía»-.
Los cátaros comprendían la virginidad como la abstención de todo loque es capaz de “aterrar” el compuesto espiritual, como la imagenuniversal de la vida, que deja realizar el divino potencial. Enseñabanque Dios obsequia los medios necesarios, en primer lugar el misteriodel consolamentum(consuelo) o el bautismo espiritual - el sacramento de la obtención delEspíritu Santo – que define y consagra la vida futura de la persona.
Los cátaros tenían también otras creencias que eran contrarias a ladoctrina católica. En sus polémicas decían (parafraseando) que Jesúshabía sido una aparición que mostró el camino a Dios. Creían que no eraposible que un Dios bueno (de naturaleza espiritual) se hubiesereencarnado en forma material, ya que todos los objetos materialesestaban contaminados por el pecado. Esta creencia específica sedenominaba docetismo. Más aún, creían que el dios Yahvé del Antiguo Testamentoera en verdad el diablo, ya que había creado el mundo y debido tambiéna sus cualidades («celoso», «vengativo», «de sangre» y a susactividades como «Dios de la Guerra». Negando así toda veracidad delantiguo testamento.
Igualmente entendían a su modo el arrepentimiento. No era unapenitencia para la redención de los pecados, sino que era la aspiraciónhacía la perfección. La sed de elevarse al nivel espiritual máselevado, venciendo la naturaleza caída en sí mismos.
Consideraban que no sólo era posible, sino necesario liberarse delpecado antes, y no después, del Juicio Universal; es decir, en eltranscurso de la vida.
Una de las ideas que resultaron más heréticas en la Europa feudal fue la creencia de que los juramentoseran un pecado, puesto que ligaban a las personas con el mundomaterial. Denominar a los juramentos pecado era muy peligroso en unasociedad en la que el analfabetismo era norma común y casi todas lastransacciones comerciales y compromisos de fidelidad se basaban enjuramentos. De ahí que fueran considerados un peligro para el estado.
Al llegar al siglo XIII, la fe cátara ya entró firmemente en la vidaoccitana. Los castillos situados en las montañas sobre el mar sehicieron la expresión física de las alturas espirituales, en las cualeshabitaban los cátaros.
En 1147, el papa Eugenio III envió un legado a los distritos afectados para detener el progreso de los cátaros. Los escasos y aislados éxitos de Bernardo de Claravalno pudieron ocultar los pobres resultados de la misión ni el poder dela comunidad cátara en la Occitania de la época. Las misiones delcardenal Pedro (de San Crisógono)a Tolosa y el Tolosado en 1178, y de Enrique, cardenal-obispo deAlbano, en 1180-1181, obtuvieron éxitos momentáneos. La expediciónarmada de Enrique de Albano, que tomó la fortaleza de Lavaur, noextinguió el movimiento.
Las persistentes decisiones de los concilios contra los cátaros en este periodo —en particular, las del Concilio de Tours (1163) y del Tercer Concilio de Letrán (1179)— apenas tuvieron mayor efecto. Cuando Inocencio III llegó al poder en 1198, resolvió suprimir el movimiento cátaro con la definición sobre la fe del IV Concilio de Letrán.
A raíz de este hecho, la posibilidad cada vez más real de queInocencio III decidiese resolver el problema cátaro mediante unacruzada provocó un cambio muy importante en la política occitana: laalianza de los condes de Tolosa con la Casa de Aragón. Así, si Raimundo V (1148-1194) y Alfonso II de Aragón (1162-1196) habían sido siempre rivales, en 1200 se concertó el matrimonio entre Ramón VI de Tolosa (1194-1222) y Eleonor de Aragón, hermana de Pedro II el Católico, quien, en 1204, acabaría ampliando los dominios de la Corona de Aragón con el Languedoc al casarse con María, la única heredera de Guillermo VIII de Montpellier.
Al principio, el papa Inocencio III probó con la conversiónpacífica, enviando legados a las zonas afectadas. Los legados teníanplenos poderes para excomulgar, pronunciar interdictose incluso destituir a los prelados locales. Sin embargo, éstos notuvieron que lidiar únicamente con los cátaros, con los nobles que losprotegían, sino también con los obispos de la zona, que rechazaban laautoridad extraordinaria que el papa había conferido a los legados.Hasta tal punto que, en 1204, Inocencio III suspendió la autoridad delos obispos en Occitania. Sin embargo, no obtuvieron resultados,incluso después de haber participado en el coloquio entre sacerdotescatólicos y predicadores cátaros, presidido en Béziers en 1204, por el rey aragonés Pedro el Católico.
El monje cisterciense Pedro de Castelnau,un legado papal conocido por excomulgar sin contemplaciones a losnobles que protegían a los cátaros, llegó a la cima excomulgando alconde de Tolosa, Raimundo VI(1207) como cómplice de la herejía. El legado fue asesinado cerca de laabadía de Saint Gilles, donde se había reunido con Raimundo VI, el 14de enero de 1208, por un escudero de Raimundo de Tolosa. El escuderoafirmó que no actuaba por orden de su señor, pero este hecho pococreíble, fue el detonante que comenzó la cruzada contra los albigenses.
El Papa convocó al rey Felipe II de Franciapara dirigir una cruzada contra los cátaros, pero esa primeraconvocatoria fue desestimada por el monarca francés, al que le urgíamás el conflicto con el rey inglés Juan Sin Tierra. Entonces Pedro el Católico, que se acababa de casar, acudió a Roma en donde Inocencio III le coronó solemnemente y, de esta manera, el rey de la Corona de Aragónse convertía en vasallo de la Santa Sede, con la cual se comprometía apagar un tributo. Con este gesto, Pedro el Católico pretendía protegersus dominios del ataque de una posible cruzada. Por su parte, el SantoPadre, receloso de la actitud del rey aragonés hacia los príncipesoccitanos sospechosos de tolerar la herejía (e incluso de practicarla),no quiso delegar nunca la dirección de la cruzada a Pedro el Católico.Posteriormente, el rey aragonés y su hermano Alfonso II de Provenza tomaron medidas contra los cátaros provenzales.
Etiquetas: religiones
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