lunes, 31 de octubre de 2011

Misterios en el Faro de Pampatar

LOS FAROS

No existe película de misterio que no incluya un faro.

Loa faros tienen esa energía de muerte, misterio, fantasmas, muertes súbitas y criminales psicópatas al acecho.

El faro de Pampatar no se escapa a estas historias. Una noche de plenilunio pude ver una mujer gimiendo en la ventana del faro de Pampatar.

Los lugareños me contaron que se trata de una dama de alcurnia del siglo XVII que se encontraba a escondidas con su esclavo en el faro, para amarse a escondidas.

Todo marchaba bien, hasta que llegó un chismoso del lugar y le contó que cada noche, al quedar dormido, su esposa salía presurosa por la ventana del balcón y bajaba por las redes de los matorrales hasta llegar a la calle y se dirigía sigilosa hasta el faro de Pampatar para encontrarse con su bienamado.

El (Antonio de la Concepción y de todos los Santos) la amaba con loca pasión.

Su esposo ya era viejo y no le prestaba atención.

El ofendido marido llegó una madrugada con cuchillo en mano y acabó con la vida del esclavo y su infiel esposa. Lanzó los cuerpos sin vida al mar y luego se tiró por la ventana.

Lo extraño es que habiendo muerto los tres personajes de la historia, sólo ella aparezca de vez en cuando gimiendo por su desgracia.


Cada escritor tiene una isla, cada isla tiene su faro y cada faro ilumina a los navegantes sedientos de textos que consumen en forma de cuentos, poesías, narraciones etc...
Cuando el faro de la isla está encendido es que el responsable del faro al que llamaremos islero, ha escrito para los demás y para él mismo, cosas interesantes que alimentan la luz del faro y hacen que los navegantes no se pierdan en las oscuras aguas profundas de la nada.
A veces por ganas, otras porque el faro tiene poca o por el contrario mucha luz, los isleros se convierten en navegantes y desean encontrar islas con faros bien iluminados.

Me gusta pensar que somos isleros y que iluminamos a muchos navegantes. Me gusta pensar que somos navegantes y que muchos isleros nos iluminan. Me gusta pensar que bajo la luz de las estrellas están las luces de nuestros faros y que hemos y vamos poblando con muchas islas el mundo de las letras. También me gusta pensar que en este mundo fantástico de islas y faros que iluminan, nos alegramos cuando de repente nace una nueva isla cerca de la nuestra, o cuando el faro de otra isla es tan fuerte que da luz al resto.
Alguien me ha dicho que desde el aire, por la noche ha visto una cadena de luces que se saludan, y que aunque parece que están aisladas, no están solas.


Esta fantasía va dedicada a cada uno de nosotros, que intenta que su faro tenga la luz adecuada, y que le gusta encontrar cuando navega, islas con faros que ofrezcan mucha luz. Pero sobre todo está dedicada a Islero. Hombre con isla, hombre con faro, hombre con luz, que no se conforma con tenerla,  con regalarla, sino que quiere aprender para que su faro brille diferente y navega para poder saber el cómo hacerlo.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio