Dr. Jekyll y Mr. Hide. (Polarizaciones de Pluton a las Luminarias).
Más allá del EGO en los planetas transpersonales.
No es casual que los Astrónomos hayan visto a los
transpersonales a partir de mediados del siglo XVIII. Junto con la visión telescópica de los
planetas más lejanos al sol, se ha venido develando nuevas terapias y nuevas
formas de estudio de la espiritualidad y la psiquis; desde un nuevo nivel.
Si la estructura de la personalidad se gesta a partir de
la función lunar y se completa con la saturnina, puede decirse que aquellos
planetas (funciones) que están más allá de Saturno están más allá de la
personalidad. Vale decir, desde que los Astrólogos
comenzaron a incorporar a los planetas Urano, Neptuno y Plutón al tema natal,
se comienza a mirar con nueva óptica el sentido espiritual y psicologico de la Astrología.
La vivencia de lo transpersonal puede ser sentida por el
yo como angustiante, demasiado intensa, perturbadora. Sin embargo no es posible
experimentar lo “espiritual” sin la ayuda de Urano, Neptuno y Plutón. Desde hace 30 años la Astrología viene desarrollando
en forma práctica el tema “polaridades” transpersonales. La potencia de la
energía transpersonal puede ser tan fuerte que una conciencia humana promedio
se ve totalmente invadida. Esto ocurre siempre que veamos en una carta natal
una posición fuerte de Plutón, sea por casa o por aspectos tensos al Sol o la
Luna. Ocurre entonces que de alguna manera la conciencia se polariza en un par
de opuestos, que denominamos Plutón directo y Plutón inverso. (Dr. Jekyll
y Mr. Hide).
En aquellas cartas donde Plutón es el planeta dominante,
los temas de vida y muerte están claramente marcados en la infancia del nativo.
(Ver la carta de Vladimir Putin). La
vida o muerte de padres, la ausencia física de padre o madre, luego se
manifestara, durante la vida adulta, en crisis de poder, autoridad, dominio.
El directo se siente omnipotente, controlador,
manipulador, intenso y con mucho poder. Si uno está identificado con el polo
inverso se sentirá impotente, dominado y víctima de los demás. Generalmente, el niño víctima, si no aprende
a canalizarlo, se convertirá en victimario al llegar a la edad adulta, como sobrecompensación.
(Marte y Plutón, regentes de Escorpio).
Etiquetas: astrologia
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