La Casa Doce.
Es una casa altamente espiritual ya que el astro Rey
comienza a elevarse en estos momentos por encima del horizonte o ascendente.
Indica avance, ascenso. Se manifiesta en ella la caridad y la compasión como
virtudes primordiales de esta casa espiritual. El retiro hacia un lugar secreto
en el cual logramos la conexión con lo divino, de ahí que representa la
oración, la meditación. Representa a los grandes misioneros y esas elevadas
personas que son capaces de renunciar a la fama al dinero y gloria terrenal por
dedicarse a servirle a la humanidad, por iluminar al alma que ha caído en miseria,
al humano que quedó atrapado por el vicio y pasiones. Es altamente psíquica da una alta intuición y
clarividencia objetiva a sus nativos.
Hay temas de la casa doce que no se mencionan, uno de
ellos es la atemporalidad. La casa doce
es el feto en el útero, el momento donde el niño experimenta una simbiosis con
la madre; todas sus necesidades están cubiertas a través del cordón umbilical.
Es la soledad, la prisión o el retiro voluntario del
ermitaño, los monjes, enfermeros, médicos, carceleros son profesiones de la
casa doce.
Está asociada a la manera en que vivimos el periodo de
gestación, cuando estamos en el vientre materno. Ese lugar donde no somos
capaces de reconocer una individualidad, sino que estamos en un estado de
fusión total con el Todo. Si la casa 1 (ascendente) nos habla del paso del no
ser al Ser, la casa doce nos informará de cómo ha sido el proceso previo. No
sólo en el periodo de gestación, sino también dónde estábamos justo antes de
nacer, en la supuesta matriz ilimitada y universal de la vida.
Por este motivo, se la relaciona también con el sector
del Karma, no tanto como un ámbito de depuración o limpieza de las que
sentirnos culpables, sino como un espacio de aprendizaje para seguir con
nuestra evolución espiritual.
Si aceptamos la reencarnación como algo real, podríamos
pensar que la Casa Doce puede representar un punto de contacto entre nuestra
vida anterior y la actual. “El alma escoge un determinado momento para nacer
porque el diseño astrológico se adecua a las experiencias que necesita tener en
su estadio actual de crecimiento. En este sentido, toda la carta es una imagen
de nuestro Karma, tanto de aquello que hemos acumulado como resultado de
acciones pasadas como de lo que necesitamos despertar para seguir avanzando”.
Los signos o planetas que se encuentren ubicados ahí, nos
resultarán, por tanto, energías inexploradas, de las que no tendremos
mucha conciencia y pueden transformarse
en miedos irracionales que nos puedan limitar hasta que no hayamos aprendido a
tratar con ellos o no hayamos entendido que son energías que deberían usarse
para el bien común.
Por ejemplo, una persona que en su carta natal tenga a Marte
en Casa 1, será muy luchadora que manejará con mucha agilidad la manera de auto
defenderse. En cambio, si encontramos al planeta Marte en Casa 12, nos hablará
de una persona que quizás sea muy luchadora, pero de los derechos ajenos.
Es también la casa de los enemigos ocultos, pero no en
sentido de otras personas; los planetas emplazados en la doce, si se usan egoístamente,
pueden resultar nuestros peores enemigos.
Siendo una casa de agua, junto a la cuarta y la octava,
las emociones juegan un rol primordial en el individuo. En el Jyotish, la Védica, se dice que las
tres casas de agua son las Moksha, nos libera de la rueda de encarnaciones.
Etiquetas: astrologia
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