MARTE cuadratura a Saturno - sinastria o carta natal.
Cuando Marte
cuadra a Saturno en el tema natal.
En carta
sinastria, que el Marte de él, por ejemplo, haga cuadratura al Saturno de ella,
o viceversa, será una unión que traerá como consecuencia la ruina de ambos.
En algunos
casos estas personas pueden tener un carácter sádico. Son sujetos violentos que
atacan y son atacados, y que sufrirán graves crisis en la trayectoria de su
vida. Si bien, en el caso de que la persona tenga un planeta o planetas
benéficos dominantes o un armónico benéfico dominando, actuará como un
suavizante que amortiguará estos efectos negativos u ofrecerá recursos para enfrentarlos,
aunque no los eliminará.
Cuando estos dos planetas tan violentos se
enfrentan entre sí hay que esperar los peores resultados, ya que se trata de
una combinación explosiva y destructiva. Estos nativos están dotados de una
enorme energía, pero la canalizan mal, ya sea contra ellos mismos o contra los
demás. Suelen ser personas sumamente obstinadas y al mismo tiempo excéntricas,
de carácter colérico, excitable, radical y explosivo, a lo que se une una gran
impaciencia. Su trato con los demás tiende a ser brusco o grosero, nada diplomático
ni sutil. Son temerarios e imprudentes, peligrosos para sí mismos y para los
demás y no soportan ninguna clase de restricción. Su modo de ser puede
llevarlos a protagonizar graves conflictos. Buscarán salirse con la suya como
sea.
Estos aspectos son muy malos para la salud e
integridad física de los nativos, y pueden hacerlos propensos a fatales
accidentes, a peligrosas operaciones o a sufrir agresiones. En temas natales
muy afligidos, hay riesgo de vida corta, posibilidad de asesinar o ser
asesinado, o bien de muerte por accidente, fuego o electricidad, armas de
fuego, operaciones quirúrgicas.
Un ejemplo lo podemos ver en Simón Bolívar.
Aunque como tenía al Sol y a Júpiter Dominando en su Carta Natal tuvo recursos
para afrontar dichos efectos. Simón Bolívar,
además nació el 27 de julio y su Sol hace conjunción a un grupo de Estrellas,
El Aselli, los asnos, cuya mitología indica el carácter intransigente de este
hombre. La carta de Simón Bolívar lo extenderé
más adelante, en otro artículo.
En
Astrología Tradicional, Saturno y Marte
son los denominados planetas maléficos, es decir, que cumplen una función
esencial destructora o dañina. Hay que entender la adscripción de
«maléfico» desde el punto de vista antiguo, tradicional, que entiende el mundo
como un equilibrio entre las fuerzas del Bien y del Mal, entre la Luz y la
Oscuridad, el Orden y el Caos; es precisamente ese equilibrio el que permite
que el mundo se manifieste y que los seres se encarnen. Buscando referencias de
este equilibrio en una idea actualmente vigente tenemos, por ejemplo, las funciones
anabólicas (ana = construcción) y catabólica (cata = destrucción) que,
contrarias y complementarias, son los dos procesos que constituyen el
metabolismo: un equilibrio indispensable para la vida.
Tanto
Saturno como Marte son planetas exteriores, es decir, que se sitúan más allá de
la Tierra en el sistema solar. Saturno, más alejado todavía que Marte, tiene
una órbita más amplia, su traslación es más larga y por lo tanto sus tránsitos
también son más lentos que los de Marte, lo que hace que se sientan durante más
tiempo o con consecuencias más constantes en el tiempo.
el esquema
de signos y regencias nos da otra clave que tiene que ver con la dignidad
esencial de los planetas: Saturno es el regente de los dos signos opuestos al
domicilio de los luminares, el Sol y la Luna, «reyes» de la carta y vinculados
estrechamente a la vitalidad y la salud. Dicho de otra manera, Capricornio y Acuario, signos domicilio de
Saturno, son los exilios de la Luna y del Sol, respectivamente, donde las luminarias
son más débiles y menos efectivas. A su vez, los domicilios del Sol (Leo) y de
la Luna (Cáncer), son los signos de exilio de Saturno, donde el maléfico
mayor es menos constructivo o más dañino. Los domicilios de Marte (Aries y
Escorpio) cuadran los de la Luna (Cáncer) y el Sol (Leo) respectivamente. La
enemistad entre las luminarias y Saturno parece reproducir la primordial
contraposición entre la luz y las tinieblas.
Ambos
maléficos amenazan la vida, pero la amenaza de Marte sería más accidental,
rápida o pasajera (cualidad de calor: inmediatez, rapidez), mientras que el
frío de Saturno y su lentitud inherente cronifica los efectos, alarga la
amenaza en el tiempo: la muerte tardaría más en llegar, pero a cambio de una
anticipación larga y penosa. En fin, casi todo es cuestión de «gustos» y habría
opiniones dispares sobre la forma de despedirse de este mundo si es que fuera
algo que se pudiera elegir, pero sí parece que la enemistad máxima con los
luminares -frecuentemente Hylegs de la carta- o con la vida se da con Saturno,
asociado -en sentido esencial- al proceso de merma constante de la vitalidad
que se produce durante toda la vida y que lleva a la muerte: el envejecimiento.
Siempre podemos hallar aspectos positivos hasta en ámbitos tan lúgubres: véase
la considerable fortuna de la heredera de L’Oréal (Saturno está exaltado en
Libra, signo estético).
La
determinación de la secta de la carta, es decir, si es diurna o nocturna,
afecta también a la dignidad accidental de Marte y Saturno. Marte, adscrito a
la secta nocturna porque el frío y la humedad de la noche atempera su calor y
sequedad -sobre todo esta última por ser su cualidad extrema-, funcionaría peor
en una carta diurna porque durante el día el calor y sequedad (cualidades del
Sol) alimentarían más todavía las cualidades esenciales marcianas. Por su
parte, Saturno, que ha sido adscrito a la secta diurna porque el calor del día
modera su frío extremo, supone mayor perjuicio en carta nocturna por el aumento
del frío: lentitud, cristalización, codicia, egoísmo. Vemos una vez más una
descompensación: Marte puede tener ambas cualidades moderadas por la noche,
mientras que Saturno, por el día, sólo tendrá una.
Vayamos a
los efectos materiales en lo social. Si nos fijamos en el mal comportamiento en
general, es cierto que las cárceles están repletas de «martes» que han
agredido, pinchado, cortado o robado; diríamos, pues, que Marte representa al
malhechor más frecuente o más castigado. Serían los asesinos seriales, por
poner un ejemplo.
Mientras que
los delitos por codicia y dinero podrían estar atribuidos a la necesidad de
dinero de Saturno, la necesidad de sentirse en la cima de la montaña, rico y
famoso. La envidia de Saturno origina la
codicia, el deseo de tener lo que otros tienen y el destino le arrebato.
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