ATMAKARAKA - los deseos del alma que encarna.

AK son las dos letras para designar al planeta más importante en tu carta natal. El Atmakaraka (AK) nos da información sobre el propósito de tu nuevo nacimiento. El motivo de tomar de nuevo un cuerpo en esta existencia material se define en el momento que estamos dejando el cuerpo. La suma total de nuestras actividades y el estado de conciencia va a determinar nuestro siguiente nacimiento. Luego, ese estado de conciencia se va a reflejar en nuestros pensamientos.

Es de señalar que los así llamados planetas maléficos naturales Shani, Kuja, Rahu y en menor medida Surya, cuando asumen el rol de Atmakaraka indican un mérito especialmente significativo en lo que al desarrollo de la conciencia del Alma respecta ya que suponen una ardua tarea para el individuo. Cuando se trata de los clásicos planetas benéficos Gurú, Shukra y Chandra la situación suele ser más afable y distendida.

Surya (sol) como Atmakaraka nos remite al problema del poder y la autoridad. Quienes poseen al astro rey como Atmakaraka deben aprender a no ser tan exigentes con sigo mismos y como consecuencia de ello cuidar de proyectar esta severidad hacia los demás. La integridad de conducta esperable en estos nativos que deben trascender la sobre expectativa del ascenso social, tiene como contrapartida la necesaria práctica de la tolerancia y la aceptación.

Chandra (luna) como Atmakaraka se hace presente en la existencia de individuos cuya Alma se destaca por una disposición protectora hacia los seres que los rodean. La conservación y el peso de la familia, así como la especial identificación con la figura materna son factores de peso en la disposición hacia la existencia. El gran tema a trabajar es el desapego como vía para no incurrir en el sentimentalismo.

Kuja (marte) como Atmakaraka revela la necesidad de cultivar la no violencia, orientación que es generalmente asumida por el nativo luego de la mitad de la vida. Tal vez esto sea el motivo por el cual hallamos a tantos seguidores del budismo entre quienes nacen con esta asignatura. En definitiva, el mayor aprendizaje aquí es el desarrollo de una consciencia compasiva. También el alma deberá defender a toda costa sus cosas e intereses, ideologías.

Buda (mercurio) como Atmakaraka representa la necesidad de no ser condicionado por afectos en donde el compromiso opere como un factor restrictivo, por ello es que tal vez veamos nativos con este significador del Alma que carecen de relaciones duraderas. Adicionalmente, podemos sostener que uno de los aprendizajes esenciales aquí es el uso veraz de la palabra.

Gurú (júpiter) como Altmakaraka revela la importancia de reconocer y apreciar respetuosa y humildemente al Gurú o maestro, sea cual fuere el ámbito del saber al que se refiera. El nativo con este significador como AK debe cuidarse de no incurrir en un exceso de optimismo, posiblemente cercano a la negación, las más de las veces producto de una omnipotencia.  Deberá cuidarse de excesos.

Shukra (venus) como Atmakaraka conlleva al desafío de trascender el sensualismo en todos los órdenes de la existencia humana, prefiriéndose la comodidad antes que al sacrificio. Esta disposición suele ser el factor por el cual muchos de los nativos con este significador del Alma incurren en relaciones ilícitas. El trato de los mismos en líneas generales siempre es cordial, suave, debiendo por ello aprender a poner límites a los demás.

Shani (Saturno) como Atmakaraka nos pone enfrente a Almas con una gran capacidad de sacrificio y trabajo, así como a una innata disposición para asumir de un modo estoico las adversidades y responsabilidades que se imponen en el devenir. Ejemplo de ello son los duelos que han de trascenderse para acceder a un estado de sabia aceptación.

Rahu (nodo norte) como Atmakaraka indica una pronunciada inclinación a poner en crisis los cánones establecidos, en una búsqueda inconformista por "desmarcarse" de las expectativas del entorno respecto de las aspiraciones personales. Así entonces encontramos aquí a reformadores, creativos y a todo aquél que se debate entre lo dado y lo posible, tradición y renovación, pasado y futuro.