sábado, 9 de septiembre de 2023

La Casa doce y el Ascendente (Astrologia).

 



LA CASA DOCE

La casa doce está asociada a la manera en que vivimos el periodo de gestación, cuando estamos en el vientre materno. Ese lugar donde no somos capaces de reconocer una individualidad, sino que estamos en un estado de fusión total con el Todo. SI la casa 1 (ascendente) nos habla del paso del no ser al Ser, la casa doce nos informará de cómo ha sido el proceso previo. No sólo en el periodo de gestación, sino también dónde estábamos justo antes de nacer, en la supuesta matrix ilimitada y universal de la vida.

Por este motivo, se la relaciona también con el sector del Karma, no tanto como un ámbito de depuración o limpieza de las que sentirnos culpables, sino como un espacio de aprendizaje para seguir con nuestra evolución espiritual

Si aceptamos la reencarnación como algo real, podríamos pensar que la Casa Doce puede representar un punto de contacto entre nuestra vida anterior y la actual. “El alma escoge un determinado momento para nacer porque el diseño astrológico se adecua a las experiencias que necesita tener en su estadio actual de crecimiento. En este sentido, toda la Carta es una imagen de nuestro Karma, tanto de aquello que hemos acumulado como resultado de acciones pasadas como de lo que necesitamos despertar para seguir avanzando”.

Los signos o planetas que se encuentren ubicados ahí, nos resultarán, por tanto, energías inexploradas, de las que no tendremos mucha  conciencia y pueden transformarse en miedos irracionales que nos puedan limitar hasta que no hayamos aprendido a tratar con ellos o no hayamos entendido que son energías que deberían usarse para el bien común.

Por ejemplo, una persona que en su carta natal tenga a Marte en Casa 1, será una persona muy luchadora que manejará con mucha agilidad la manera de auto defenderse. En cambio, si encontramos al planeta Marte en Casa 12, nos hablará de una persona que quizás sea muy luchadora, pero de los derechos ajenos. En cambio, tiene una gran torpeza o le resulta prácticamente imposible defender su propio espacio. Todo lo que se halle en la casa doce está en estado cataléptico, adormecido, anestesiado, en estado de trance.

O quizás alguien que tenga venus en Casa 12, le resulte muy sencillo ayudar a los demás a que se valoren, en cambio, tenga problemas para valorarse a sí mismo.

Sucesos de la madre durante el periodo de gestación, quedaran plasmados en el feto y por tanto, las neurosis y otras patologías mentales, son producto de temas no resueltos por la madre durante el periodo de procreación.

Es una casa de agua (emociones), sin importar si el signo es de tierra o fuego, todo lo que se encuentre en la casa doce funciona como sumergido en lo más profundo del mar.

De manera que los nacidos con El Sol o la Luna en la casa doce, encontraran difícil reafirmar sus partes yin y yang (ánima, animus) en su temperamento.

Es bien sabido que cualquier planeta en una casa, mira hacia la casa opuesta.  Es una regla astrológica.  De manera que las enfermedades y preocupaciones de salud, hábitos de limpieza, ejercicio físico y alimentación (la casa seis) encuentran la semilla en la casa doce (la hipocondría).

Entonces, partiendo de esta Ley Astrológica, si revisamos los planetas emplazados en la casa seis, en algún momento activaran los temas de la casa doce, y viceversa.

De ahí que el signo ascendente tenga mucha más fuerza que el signo solar; porque en el ascendente se mira las condiciones del hogar y la familia, como nos recibieron al momento de nacer.

El signo ascendente, la casa uno, marca y determina nuestro cuerpo físico, así como nuestras pautas de conducta social. (La casa uno y la siete se miran entre ellas).

Es precisamente gracias a esta Ley Astrológica, que en nuestra vida, creciendo en lo emocional y espiritual, vamos variando en las relaciones de pareja; ya que la uno funciona como espejo de la casa siete;  el tipo de persona compañero en la vida (marido, novio, fiance, esposo, concubino o amigo con derechos) ira variando con el tiempo, en la medida que nosotros como Ascendente (casa uno) vayamos reformando, construyendo, trabajando en nuestra energía.

De ahí que, estadísticamente hablando, las segundas nupcias resultan ser más acordes con nuestras expectativas.  Una vez que experimentamos caídas, fallas y errores en las relaciones, con la madurez emocional vamos vibrando en sintonía con lo que realmente esperamos de la pareja.

 

En cuanto a la casa doce, se ha escrito tanto sobre esta, principalmente los Astrólogos Stephen Arroyo, Tracy Marks, Howard Sasportas y Liz Greene han sido los más acertados en descifrar este sector tan enigmático de nuestro mapa natal.

 

 

 

 


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