La Casa doce y el Ascendente (Astrologia).
LA CASA DOCE
La casa doce está asociada a la manera en que vivimos el
periodo de gestación, cuando estamos en el vientre materno. Ese lugar donde no
somos capaces de reconocer una individualidad, sino que estamos en un estado de
fusión total con el Todo. SI la casa 1 (ascendente) nos habla del paso del no
ser al Ser, la casa doce nos informará de cómo ha sido el proceso previo. No
sólo en el periodo de gestación, sino también dónde estábamos justo antes de
nacer, en la supuesta matrix ilimitada y universal de la vida.
Por este motivo, se la relaciona también con el sector
del Karma, no tanto como un ámbito de depuración o limpieza de las que
sentirnos culpables, sino como un espacio de aprendizaje para seguir con
nuestra evolución espiritual
Si aceptamos la reencarnación como algo real, podríamos
pensar que la Casa Doce puede representar un punto de contacto entre nuestra
vida anterior y la actual. “El alma escoge un determinado momento para nacer
porque el diseño astrológico se adecua a las experiencias que necesita tener en
su estadio actual de crecimiento. En este sentido, toda la Carta es una imagen
de nuestro Karma, tanto de aquello que hemos acumulado como resultado de
acciones pasadas como de lo que necesitamos despertar para seguir avanzando”.
Los signos o planetas que se encuentren ubicados ahí, nos
resultarán, por tanto, energías inexploradas, de las que no tendremos
mucha conciencia y pueden transformarse
en miedos irracionales que nos puedan limitar hasta que no hayamos aprendido a
tratar con ellos o no hayamos entendido que son energías que deberían usarse
para el bien común.
Por ejemplo, una persona que en su carta natal tenga a
Marte en Casa 1, será una persona muy luchadora que manejará con mucha agilidad
la manera de auto defenderse. En cambio, si encontramos al planeta Marte en
Casa 12, nos hablará de una persona que quizás sea muy luchadora, pero de los
derechos ajenos. En cambio, tiene una gran torpeza o le resulta prácticamente
imposible defender su propio espacio. Todo lo que se halle en la casa doce está
en estado cataléptico, adormecido, anestesiado, en estado de trance.
O quizás alguien que tenga venus en Casa 12, le resulte
muy sencillo ayudar a los demás a que se valoren, en cambio, tenga problemas
para valorarse a sí mismo.
Sucesos de la madre durante el periodo de gestación,
quedaran plasmados en el feto y por tanto, las neurosis y otras patologías mentales,
son producto de temas no resueltos por la madre durante el periodo de procreación.
Es una casa de agua (emociones), sin importar si el signo
es de tierra o fuego, todo lo que se encuentre en la casa doce funciona como
sumergido en lo más profundo del mar.
De manera que los nacidos con El Sol o la Luna en la casa
doce, encontraran difícil reafirmar sus partes yin y yang (ánima, animus) en su
temperamento.
Es bien sabido que cualquier planeta en una casa, mira
hacia la casa opuesta. Es una regla astrológica. De manera que las enfermedades y
preocupaciones de salud, hábitos de limpieza, ejercicio físico y alimentación
(la casa seis) encuentran la semilla en la casa doce (la hipocondría).
Entonces, partiendo de esta Ley Astrológica, si revisamos
los planetas emplazados en la casa seis, en algún momento activaran los temas
de la casa doce, y viceversa.
De ahí que el signo ascendente tenga mucha más fuerza que
el signo solar; porque en el ascendente se mira las condiciones del hogar y la
familia, como nos recibieron al momento de nacer.
El signo ascendente, la casa uno, marca y determina
nuestro cuerpo físico, así como nuestras pautas de conducta social. (La casa
uno y la siete se miran entre ellas).
Es precisamente gracias a esta Ley Astrológica, que en
nuestra vida, creciendo en lo emocional y espiritual, vamos variando en las
relaciones de pareja; ya que la uno funciona como espejo de la casa siete; el tipo de persona compañero en la vida
(marido, novio, fiance, esposo, concubino o amigo con derechos) ira variando con
el tiempo, en la medida que nosotros como Ascendente (casa uno) vayamos
reformando, construyendo, trabajando en nuestra energía.
De ahí que, estadísticamente hablando, las segundas
nupcias resultan ser más acordes con nuestras expectativas. Una vez que experimentamos caídas, fallas y
errores en las relaciones, con la madurez emocional vamos vibrando en sintonía con
lo que realmente esperamos de la pareja.
En cuanto a la casa doce, se ha escrito tanto sobre esta,
principalmente los Astrólogos Stephen Arroyo, Tracy Marks, Howard Sasportas y
Liz Greene han sido los más acertados en descifrar este sector tan enigmático de
nuestro mapa natal.
Etiquetas: astrologia
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