LAS AGUAS DEL ZODIACO.

  AGUAS DEL ZODIACO.

Aguas de Cáncer, Regente la Luna y la cuarta casa.

La más nutricias de las tres;  su misión de vida es nutrirse a sí mismo y a otros.  Son buenos líderes, por ser cardinales;  pueden tener un temperamento errático y de estado anímico fluctuante  (las cuatro fases de la luna); cambian rápido de estado anímico.

Su misión de vida es el amor; por tanto necesitan constantemente ser reasegurados de ser amados y cargan los temas de validación en el amor.

Escorpio,  Marte y Plutón, la Casa Ocho.

Los del signo Escorpio lucen parecidos a los de fuego a primera vista, pero en su interior son mucho más emocionales y encubiertos.  Escorpio es el signo más complejo del zodiaco, de eso no cabe duda.  El único animal ponzoñoso y capaz de clavarse la ponzoña antes que morir bajo el fuego.

Son emocionales,  imaginativos, intensos.  Escorpio, en su lado oscuro  están asociados a temas como las Bandas gánster,  la Mafia Rusa e Italiana, al igual que su eje opuesto, Tauro, están entre los más físicos del zodiaco, aman el  S(X/ pero en un nivel de intensidad difícil de imaginar.  El amor que manifiestan a la familia y a la pareja es de una ferocidad pasmosa y son tan controladores como los de Tauro.  Son pocos los ejes del zodiaco que se pueden llegar a confundir por sus cualidades tan semejantes.

Si en Tauro o la casa segunda está el disfrute SENSUAL de Venus Afrodita, disfrutar, gozar de la primavera y sus frutos, el contacto íntimo con la madre o las personas más cercanas; la piel, lo terrenal y afrodisiaco (Venus); en la octava casa y en Escorpio pudiera hallarse las sombras o partes secretas donde la persona se avergüenza sacar a la luz.   En la casa ocho la fusión es física y energética. Lo que está en la casa ocho o en Escorpio, sucede muy parecido a lo que está en la doce; solo que en la doce se hace más apartado de la realidad, mientras en la octava casa forma parte del individuo y su realidad.

Escorpio esta entre las energías más ocultas y profundas del hombre, lo que no mostrar al resto.  (La desnudez del alma).

Todo lo misterioso, lo tabú, lo prohibido, el morbo y la muerte, son parte de Escorpio.  Así de intenso y complejo es Escorpio y la casa ocho, que en la Astrología Helenística (y antes, en la Babilonia y Persa) Escorpio no tiene exaltación para ningún planeta.  Solamente su domicilio, Marte y su exilio Venus, y en la Astrología Moderna, Plutón.

Con Escorpio como constelación hay una peculiaridad, su tamaño. Es la única constelación que mide siete grados de longitud; los grados restantes se completan con las constelaciones vecinas, como Ophiuco, el cuidador de serpientes.

Piscis, la casa doce y Júpiter.

Piscis, la cola del oroburos, el ultimo signo de la rueda zodiacal. Tiene lo mejor y lo peor de los demás signos. Esto les da la facilidad de mezclarse muy bien con todos los signos.

Los peces van con la corriente, su naturaleza acuática los hace muy impresionables, de hecho todos los signos mutables y las casas cadentes son bastante impresionables.

Es el signo de los médicos, enfermeras, socorristas, carceleros, los geriátricos, las personas que laboran dando lo mejor de sí, sin importar la paga o el beneficio material.  Entre todos los signos, son los más empáticos.  Son esponjas, absorben  las energías del entorno.  Los artistas, músicos y poetas.

Viven en un mundo de fantasía y ensoñación, de tanta sensibilidad que la vida real se les hace muy dura, se sienten inadaptados a menos que se entreguen a una causa justa, como la medicina, por ejemplo, donde se funden con el todo, con el universo y se sumergen en el oficio para no mirar lo que hay en el exterior. Los músicos, compositores, escritores, bohemios, pintores, la lista es larga.  Muchas veces deberán acudir a las evasiones, para poder tolerar este mundo tan difícil e insensible para su naturaleza tan compasiva y empática.

Todo planeta emplazado en la doce, está en un estado de totalidad, algo parecido al niño antes de nacer, en el vientre materno, donde no experimenta problemas de la intemperie, el clima o la falta de alimentos, porque en su simbiosis con la gran madre (el útero) flota en  la placidez de las aguas del subconsciente.