La India.
Estar
por período prolongados en la India te cambia la vida para siempre.
El
mundo entero comenta con horror todo el oro y piedras preciosas que los
británicos extrajeron, pero son pocos los que comentan todas las maravillosas
“joyas” que cedieron a cambio de tanto oro.
Para
empezar, el sistema de tráfico automotor, la policía, el sistema Judicial, el
legal, el ferroviario, el sistema de correos,
y pare de contar, fue obra única y exclusiva de los Ingleses en sus casi
cien anios de Imperio.
La
India, al ser tan rica en minerales, sufrió durante milenios (aun antes de
Cristo) del acoso y piratería de Turcos,
Mogoles, Portugueses. Pero solo los británicos dejaron un sistema tan
perfectísimo de todo lo antes mencionado, sin contar algo importantísimo, que
les ha facilitado mucho la vida a los Indios:
La unificación de un solo idioma (el Inglés) en un país casi grande como toda América del sur completa, o
por lo menos el tamaño de cinco veces Venezuela (hay que ver semejantes
dimensiones/ las recorrí en trenes y autobuses).
Al
ver las películas de Harry Potter tuve la sensación de estar en aquel Banco
donde entré con gran sorpresa, en la ciudad de Bombay, o como ellos
llaman, Mumbay.
Un
grupo de Venezolanos, recorriendo las calles de Mumbay necesitábamos cambiar
dólares a rupias y nos topamos con un banco que por fuera no decía lo que era;
entramos y era como ver el Banco donde el padre de Harry Potter dejó guardados
los lingotes de oro.
Pasamanos
de bronce, pisos de mármol con incrustaciones, escritorios de madera de nogal
al estilo Victoriano, las alfombras en vino tinto con dorado, la lámpara
central del Banco con techo abovedado,
de Cristales de Bohemia, encendida a plena luz del día, imaginen la
lámpara del Fantasma de la Opera, así de grande e imponente; las cajas
registradoras en bronce del siglo XIX, con sus arabescos victorianos. Un
verdadero deleite a la vista.
Entrar
a ese Banco fue viajar en el túnel del tiempo doscientos anios atrás. Una verdadera obra de arte. Y lo
mejor de todo, han pasado casi dos siglos y todo aún funciona tan
eficientemente como el momento en que los Ingleses construyeron.
Todo
el legado del Imperio Británico fue de primerísima calidad, los trenes ni
hablar. Pocos países del mundo tienen vías férreas tan eficientes y numerosas
como la India. De allí los costos casi irrisorios de alimentos y otros insumos.
Mi
primer viaje a la India fue en 1993, y seguí visitándola durante los diez anos siguientes, a razón de una o dos
veces por anio, no hay inflación en ese país.
Un
burdo ejemplo, los jabones de sándalo de Mysore, 15 rupias en 1993, llegaba el
94 y aún 15 rupias, el 95 y así hasta el anio 2000.
Cuando
analizamos todas las inmensas ventajas, el gran legado de los británicos, en
verdad es asombroso todo lo que dejaron a cambio de unos diamantes.
Hoy
día nadie ha podido superar el uniforme de la policía y los fiscales de
tránsito terrestre, uniformes de tela algodón kaki, pantalón corto, lo mejor
para esas temperaturas extremas.
Luego
de los Ingleses, fueron los Mogoles los que dejaron una herencia impresionante
en cuanto a arte y arquitectura, los Iranies también dejaron lo suyo, con sus
templos de oración, mezquitas, el famoso
Taj Mahal, palacios de los Mogoles que
gobernaron por largos anios en India.
En
fin, la India es un país para quedarse unos seis meses corridos deleitándose
con su belleza, con el aprendizaje de vida, la gente que conoces allá, es como si te hicieran una operación craneal
y te insertaran un caleidoscopio de bellezas inimaginables. Bien lo dijo Mark Twain, ir a la India te
cambia la manera de ver la vida.
Bravo
por los británicos y los mogoles. Dejaron mucho más de lo que llevaron.
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