martes, 5 de septiembre de 2017

La India.



INDIA
Estar por período prolongados en la India te cambia la vida para siempre.

El mundo entero comenta con horror todo el oro y piedras preciosas que los británicos extrajeron, pero son pocos los que comentan todas las maravillosas “joyas” que cedieron a cambio de tanto oro.

Para empezar, el sistema de tráfico automotor, la policía, el sistema Judicial, el legal, el ferroviario, el sistema de correos,  y pare de contar, fue obra única y exclusiva de los Ingleses en sus casi cien anios de Imperio.

La India, al ser tan rica en minerales, sufrió durante milenios (aun antes de Cristo)  del acoso y piratería de Turcos, Mogoles, Portugueses, etc. Pero solo los británicos dejaron un sistema tan perfectísimo de todo lo antes mencionado, sin contar algo importantísimo, que les ha facilitado mucho la vida a los Indios:  La unificación de un solo idioma (el Inglés)  en un país casi  grande como toda América del sur completa, o por lo menos el tamaño de cinco veces Venezuela (hay que ver semejantes dimensiones/ las recorrí en trenes y autobuses).

Al ver las películas de Harry Potter tuve la sensación de estar en aquel Banco donde entré con gran sorpresa, en la sucia ciudad de Bombay, o como ellos llaman, Mumbay.
Un grupo de Venezolanos, recorriendo las calles de Mumbay necesitábamos cambiar dólares a rupias y nos topamos con un banco que por fuera no decía lo que era; entramos y era como ver el Banco donde el padre de Harry Potter dejó guardados los lingotes de oro.
Pasamanos de bronce, pisos de mármol con incrustaciones, escritorios de madera de nogal al estilo Victoriano, las alfombras en vino tinto con dorado, la lámpara central del Banco con techo abovedado,  de Cristales de Bohemia, encendida a plena luz del día, imaginen la lámpara del Fantasma de la Opera, así de grande e imponente; las cajas registradoras en bronce del siglo XIX, con sus arabescos victorianos. Un verdadero deleite a la vista.

Entrar a ese Banco fue viajar en el túnel del tiempo doscientos  anios atrás. Una verdadera obra de arte. Y lo mejor de todo, han pasado casi dos siglos y todo aún funciona tan eficientemente como el momento en que los Ingleses construyeron.

Todo el legado del Imperio Británico fue de primerísima calidad, los trenes ni hablar. Pocos países del mundo tienen vías férreas tan eficientes y numerosas como la India. De allí los costos casi irrisorios de alimentos y otros insumos.

Mi primer viaje a la India fue en 1993, y seguí visitándola durante los  diez anos siguientes, a razón de una o dos veces por anio, no hay inflación en ese país.

Un burdo ejemplo, los jabones de sándalo de Mysore, 15 rupias en 1993, llegaba el 94 y aún 15 rupias, el 95 y así hasta el anio 2000.

Un país con muchas dificultades, hay que reconocerlo, dadas las circunstancias de la ignorancia del 70% de su población en extrema pobreza, que no conocen otra cosa más que tener hijos, primero por religión, segundo porque el dinero no les alcanza para medios anticonceptivos, tercero por cultura. Pero cuando analizamos todas las inmensas ventajas, el gran legado de los británicos, en verdad es asombroso todo lo que dejaron a cambio de unos diamantes.

Hoy día nadie ha podido superar el uniforme de la policía y los fiscales de tránsito terrestre, uniformes de tela algodón kaki, pantalón corto, lo mejor para esas temperaturas extremas.
Comoquiera que viajaba siempre con el presupuesto aguantado,  no tanto por falta de recursos, que en aquella época ganaba muy buenos en Dólares gracias a la Astrología, sino que lo aprendido en casa es difícil de cambiar (a Dios gracias……. Gracias hermosa Madre, que escuela me diste)  siempre llevaba mi libretita con cada rubro  anotado y sumado, comidas tanto, taxis tanto, ropa para mi hijo y yo, ropa para vender, entradas a museos tanto, etc. Etc.
                                      
Luego de los Ingleses, fueron los Mogoles los que dejaron una herencia impresionante en cuanto a arte y arquitectura, los Iranies también dejaron lo suyo, con sus templos de oración, mezquitas,  el famoso Taj Mahal,  palacios de los Mogoles que gobernaron por largos anios en India, etc.

En fin, la India es un país para quedarse unos seis meses corridos deleitándose con su belleza, con el aprendizaje de vida, la gente que conoces allá,  es como si te hicieran una operación craneal y te insertaran un caleidoscopio de bellezas inimaginables.  Bien lo dijo Mark Twain, ir a la India te cambia la manera de ver la vida.

Bravo por los británicos y los mogoles. Dejaron mucho más de lo que llevaron.











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